Museos Vaticanos: visitar el Braccio Nuovo tras la restauración
El “Braccio Nuovo” de los Museos Vaticanos reabre sus puertas tras siete años de restauración. La famosa galería del museo Chiaramonti, concebida por Raphael Stern, alberga una importante colección de estatuas clásicas, como el Augusto de Prima Porta.
Los Museos Vaticanos están llenos de tesoros. Sus paredes y techos rebosan opulencia, recubiertos por multitud de pinturas y frescos de gran belleza y sus salas decoradas con una gran cantidad de esculturas y objetos históricos. Si aprecias el arte clásico tendrás que dedicar mucho tiempo para poder recorrerlos en su totalidad admirando sus maravillas, y para ello es fundamental entrar desde primera hora de la mañana.
Pero hay una galería que me gusta especialmente. Revestida de un mármol más pálido, presenta un ambiente completamente distinto al resto del complejo vaticano, con casi una treintena de nichos flanqueados por bustos que a su vez dan cobijo a otras figuras clásicas. Aunque esta sala es una de las que más llama la atención de la visita, vale la pena dedicar tanto tiempo como puedas a recorrer el resto de estancias y palacios que componen los museos capitalinos.
Brazo Nuevo, una de las galerías más fascinantes de los Museos Vaticanos
Lo primero que impresiona al visitar este ala del museo Chiaramonti es la luz. Una mezcla perfecta de luz natural y luces led, que ilumina como quizá nunca antes este Braccio Nuovo, el Brazo Nuevo, una de las galerías de los infinitos Museos Vaticanos y uno de los más refinados ejemplos de arquitectura neoclásica.
Fue el papa Pío VII el que, a principios del siglo XIX, decidió transformar una despensa del palacio apostólico en este museo para poder alojar en él las estatuas devueltas por Francia tras la caída de Napoleón. El espacio resultante es esta galería conocida en español como el Brazo Nuevo.
Obra maestra de la arquitectura neoclásica, el Braccio Nuovo fue proyectado por Raffaele Stern, bajo el pontificado de Pío VII Chiaramonti, y abierto al público en 1822. En sus 68 metros de largo se disponen 28 grandes nichos que acogen a otras tantas estatuas que sobrepasan los dos metros de alto. En los espacios que quedan entre cada uno de estos nichos, encontrarás pequeños bustos masculinos y femeninos correspondientes a celebridades del mundo antiguo. En el suelo, mosaicos romanos que evocan las aventuras de Ulises.
En total, dentro del ala reabierta que el público podrá visitar en los Museos Vaticanos tras la gran restauración, encontramos 140 tallas de héroes, dioses y emperadores de la Roma clásica, pero también ciudadanos anónimos. De entre la colección del Braccio Nuovo Vaticano destacan el imponente Augusto de Prima Porta (de 2,10 metros de alto) y el conjunto que representa el reposo del Nilo, entre la esfinge, el cocodrilo y dieciséis querubines que revolotean alrededor.
Esta última estatua fue encontrada en el siglo XVI bajo la iglesia romana de Santa María Sopra Minerva, pero la gran mayoría de las obras que ahora se exponen en el Brazo Nuevo se hallaron en el comercio de antigüedades y procedían de colecciones de nobles romanos, como la colección Ruspoli, mientras que otras se recuperaron durante las excavaciones pontificias.
Una excelente restauración
Han sido siete años de restauración compleja, tanto de las obras de arte como de la propia galería que las alberga. Un verdadero regalo, pero que no se presenta exento de problemas. Como al que tuvieron que enfrentarse los expertos cuando, tras mojar una escultura, reactivaron sin querer unos cultivos biológicos que, desde hacía doscientos años, se hallaban depositados sobre la misma, manteniéndose inertes durante todo este tiempo. En cuanto notaron el agua, se despertaron y la escultura se cubrió con una especie de musgo verde en cuestión de días. Naturalmente, los restauradores han tenido que eliminarlos definitivamente antes de volver a exhibir las figuras.
Según el Vaticano, ha sido una de las restauraciones más complejas de estos últimos tiempos, porque aparte de lo difícil que es siempre la recuperación de obras de arte, en este caso también se ha trabajado mucho en asegurar las esculturas ante posibles nuevos terremotos.
La visita al Braccio Nuevo (Museo de Chiaramonti) se incluye dentro del tour de los Museos Vaticanos.
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