No se si te he con­tado que Fuer­te­ven­tura es una de mis is­las fa­vo­ri­tas de Ca­na­rias. Al con­tra­rio que otras de las Is­las Ca­na­rias, algo más bu­lli­cio­sas, Fuer­te­ven­tura es el pa­raíso del re­lax y la tran­qui­li­dad. Por eso, so­le­mos apro­ve­char cual­quier puente o es­ca­pada para ha­cer un viaje hasta ella y po­der des­co­nec­tar y re­car­gar pi­las.

Fuer­te­ven­tura es una isla má­gica. Tiene las más ex­ten­sas y vir­gi­na­les pla­yas de Ca­na­rias, de una arena blanca fi­ní­sima y aguas trans­pa­ren­tes y tem­pla­das que in­vi­tan a dis­fru­tar de la paz en un am­biente de in­ti­mi­dad y muy tran­quilo. Hoy voy a ha­blar de la zona norte de Fuer­te­ven­tura, con­cre­ta­mente de Co­rra­lejo.

En com­pa­ra­ción con la otra gran zona tu­rís­tica de Fuer­te­ven­tura que es Jan­día, al sur de la isla, Co­rra­lejo tiene la ven­taja de que está en una po­bla­ción donde hay mu­cha gente del lu­gar y no solo tu­ris­tas. Sin de­jar de ser una zona tran­quila, tiene más op­cio­nes de mar­cha que en Jan­día, y no todo está di­se­ñado para el guiri. En el pue­blo de Co­rra­lejo pue­des en­con­trar fá­cil­mente lu­ga­res y si­tios sólo fre­cuen­ta­dos por los lu­ga­re­ños que no apa­re­cen en las guías tu­rís­ti­cas de turno.

Allí en­con­tra­mos el Par­que Na­tu­ral de las Du­nas de Co­rra­lejo, un es­pa­cio casi vir­gen y muy pe­cu­liar, que es una gran acu­mu­la­ción de du­nas que pue­des ver mo­vién­dose por la ac­ción del viento e, in­cluso, lle­gando a ta­par la pro­pia ca­rre­tera que lo atra­viesa. Hay lar­gas pla­yas de arena blanca con aguas de co­lor tur­quesa, que no es­tán nada ma­si­fi­ca­das, por lo que la tran­qui­li­dad es to­tal.

Si­guiendo la ca­rre­tera lle­ga­mos al pue­blo de Co­rra­lejo, an­tes una pe­queña vi­lla cos­tera de pes­ca­do­res que hoy se ha lle­nado de ho­te­les y apar­ta­men­tos para aco­ger al tu­rismo. Sin em­bargo, no es un tu­rismo muy ma­si­fi­cado y Co­rra­lejo, aun­que cuenta con cen­tros de di­ver­sión y ocio para los vi­si­tan­tes, pubs, dis­co­te­cas, res­tau­ran­tes y ba­res; no llega a ser un ma­cro cen­tro tu­rís­tico como en otras is­las y la ver­dad es que se res­pira un buen am­biente. Pero ello no quita a Co­rra­lejo ser el ma­yor nú­cleo tu­rís­tico de Fuer­te­ven­tura. Su playa, que ro­dea al pue­blo es de aguas tran­qui­las, ape­nas sin co­rriente, e ideal para fa­mi­lias.

Si te gus­tan los de­por­tes ac­ti­vos, en Co­rra­lejo tie­nes una buena oferta de de­por­tes náu­ti­cos y po­drás prac­ti­car wind­surf o ki­te­surf. Prueba al­gu­nas de las pla­yas que hay a la sa­lida del pue­blo que son más ven­to­sas e idea­les para la prac­tica de es­tos de­por­tes. Tam­bién po­drás dis­fru­tar en Co­rra­lejo de otras ac­ti­vi­da­des como el bu­ceo, la pesca y las ex­cur­sio­nes a la cer­cana Isla de Lo­bos, des­ha­bi­tada y com­ple­ta­mente na­tu­ral o la más grande y ve­cina Lan­za­rote, a donde po­drás lle­gar en un pe­queño ferry de Fred Ol­sen en ape­nas 30 mi­nu­tos de tra­ve­sía.

Opinión de hoteles en Corralejo

Ha­bi­ta­ción vista mar del Bahía Real

Co­rra­lejo cuenta con al­gu­nos de los me­jo­res ho­te­les y apar­ta­men­tos de Fuer­te­ven­tura. Ya co­menté que Fuer­te­ven­tura es una isla que no está ma­si­fi­cada por el tu­rismo, y pese a ser Co­rra­lejo el nú­cleo tu­rís­tico prin­ci­pal de la isla, la pre­sen­cia de ho­te­les no es ago­biante ni des­en­tona con el en­torno.

Para em­pe­zar nues­tro rá­pido re­co­rrido por los ho­te­les de Co­rra­lejo, no po­de­mos de­jar de re­se­ñar los de la ca­dena Atlan­tis Ho­tels. Son tres ho­te­les de lujo y es­tilo eu­ro­peos pro­pie­dad de una pe­queña ca­dena ho­te­lera lo­cal. To­dos ellos se en­cuen­tran en la zona de Co­rra­lejo y son el Ho­tel Suite Atlan­tis Fuer­te­ven­tura Re­sort de 4 es­tre­llas su­pe­rior que te ofrece desde la re­lax y tran­qui­li­dad hasta ex­ci­tan­tes de­por­tes náu­ti­cos, ¡y sin sa­lir del re­sort!

El Ho­tel Atlan­tis Du­na­park es otro 4 es­tre­llas en el cen­tro de Co­rra­lejo, a sólo 50 me­tros de la playa. Un ho­tel de at­mós­fera fa­mi­liar ideal para gru­pos de via­je­ros y fa­mi­lias con ha­bi­ta­cio­nes de­di­ca­das y pre­pa­ra­das. Y por úl­timo el Gran Ho­tel Atlan­tis Bahía Real, mi pre­fe­rido, uno de los ho­te­les 5 es­tre­llas más lu­jo­sos de la isla de Fuer­te­ven­tura, si­tuado junto a las es­pec­ta­cu­la­res pla­yas de arena blanca y las du­nas del par­que na­tu­ral de Co­rra­lejo, en pri­mera lí­nea de playa con vis­tas a la Isla de Lo­bos.

Si bien los otros dos son más fa­mi­lia­res y eco­nó­mi­cos, el Gran Ho­tel Bahía Real, no des­me­rece el nom­bre. Se trata de un ho­tel de 5 es­tre­llas de lujo y algo más ex­clu­sivo (sólo tiene 150 ha­bi­ta­cio­nes, por lo que puede no es­tar al al­cance de to­dos los bol­si­llos a no ser que pi­lles al­gu­nas de las ofer­tas y pro­mo­cio­nes para es­ca­pa­das que sue­len pu­bli­car. Pero real­mente, si bus­cas tran­qui­li­dad y un buen ser­vi­cio, sin duda es­ta­mos ante el me­jor ho­tel de este tipo en Fuer­te­ven­tura. Está algo apar­tado del cen­tro, poco hay por los al­re­de­do­res y ha­brá que darse un pa­seo hasta la zona de mar­cha. El ho­tel está justo en pri­mera lí­nea de playa, no en la me­jor zona, por­que hay al­gu­nas ro­cas, pero el ho­tel ha ins­ta­lado un pe­queño chill out para com­pen­sar, aun­que no­so­tros no lo dis­fru­ta­mos. Eso sí, frente tiene el pai­saje pa­ra­di­siaco de la cer­cana isla de Lo­bos. Cuando nos que­da­mos mi pa­reja y yo, pu­di­mos go­zar del re­lax de su co­queta pis­cina en el pa­tio lleno de ve­ge­ta­ción que está en­mar­cado por el ho­tel. No se oía nada más que el bu­llir del agua de la pis­cina y de una fuente cer­cana; no ha­bían ni­ños co­rre­teando y úni­ca­mente se veían pa­re­jas de me­diana edad. En la misma pis­cina tie­nen para dar ma­sa­jes y en el ho­tel hay un ce­tro de spa. Por su­puesto, unas ha­bi­ta­cio­nes am­plias y con to­dos los de­ta­lles; te acon­se­ja­mos las que dan a la isla de Lo­bos, ver el atar­de­cer desde la te­rraza es una go­zada.

Al caer la tarde, tie­nen ser­vi­cio de des­cu­bierta, en el que las ca­ma­re­ras van por las ha­bi­ta­cio­nes y las de­jan pre­pa­ra­das para la no­che. Como su nom­bre in­dica, la des­cu­bierta quiere de­cir que te re­ti­ran la col­cha de la cama, de­jan cho­co­la­tes o pé­ta­los so­bre ella, ahue­can las al­moha­das, o bien co­lo­can flo­res en la ha­bi­ta­ción o en el baño, en­cien­den lu­ces y de­más. Es una cosa cu­riosa, y la ver­dad que se agra­dece el de­ta­lle cuando en­cuen­tras la ha­bi­ta­ción así de bien pre­pa­rada cuando lle­gas de la cena. Este ser­vi­cio de des­cu­bierta lo vi­mos por pri­mera vez en otro ho­tel de Ca­na­rias, el Lo­pe­san Vi­lla del Conde de Mas­pa­lo­mas, otro ho­tel muy bueno que te re­co­miendo, en este caso en Gran Ca­na­ria.

Pis­cina y jar­di­nes del RIU Pa­lace Tres Is­las

Otro buen ho­tel que te re­co­miendo en Co­rra­lejo es el RIU Pa­lace Tres Is­las. Aún no nos he­mos que­dado, pero co­no­ciendo otros ho­te­les la ca­dena RIU nos atre­ve­mos a de­cir que no de­frau­dará. Está ubi­cado en la misma playa, en pleno campo de du­nas de Co­rra­lejo. Hay quien piensa que se trata de una abe­rra­ción para el pai­saje (du­rante un tiempo se dis­cu­tió si ti­rarlo abajo…) y otros que con­si­de­ran que su ubi­ca­ción es lo me­jor del ho­tel. Es un cia­tro es­tre­llas con mu­chos de­ta­lles tí­pi­cos en un ho­tel RIU de la ca­te­go­ría Pa­lace, lo que quiere de­cir que te en­con­tra­rás con un am­biente tran­quilo, am­plias pis­ci­nas con ja­cuzzi, mesa asig­nada en los res­tau­ran­tes y de­ta­lli­tos va­rios que ca­rac­te­ri­zan a la ca­dena. Los ni­ños son bien­ve­ni­dos, tie­nen ser­vi­cios bá­si­cos, pero no es un ho­tel es­pe­cial­mente pen­sado para ellos como pue­den ser los Club Ho­tel de la misma ca­dena, más en­fo­ca­dos a un tu­rismo fa­mi­liar y al Todo In­cluido. Pero sin duda, lo me­jor de este ho­tel Pa­lace Tres Is­las son las pla­yas que lo cir­cun­dan, im­pre­sio­nan­tes, que po­drás dis­fru­tar con tran­qui­li­dad siem­pre que no haya mu­cho viento.

El Bar­celó Co­rra­lejo Bay es un ho­tel Sólo Adul­tos, que no ad­mite ni­ños, lo que su­pone un plus de tran­qui­li­dad. Está cerca de la ave­nida prin­ci­pal que nos lleva al cen­tro de Co­rra­lejo y para ir a la playa del pue­blo hay que darse un pe­queño pa­seo, aun­que hay ser­vi­cio de au­to­bu­ses a la playa que queda a 100 me­tros. No­so­tros co­no­ci­mos este ho­tel an­tes de su re­mo­de­la­ción y con­ver­sión en solo adul­tos y era un tanto ago­biante. Ahora nos gusta más, no tie­nes esa sen­sa­ción de ma­si­fi­ca­ción ni tam­poco a ni­ños co­rre­teando por el borde de la pis­cina, sal­pi­cando o ti­rán­dose en bomba, y sin gri­tos que no te de­jan dor­mir la siesta. Tiene ha­bi­ta­cio­nes gran­des y muy mo­der­nas, al­gu­nas con ja­cuzzi pri­vado y cama ba­li­nesa re­ser­vada en la pis­cina, pero hay que pa­gar su­ple­mento. El ho­tel tiene ser­vi­cio de gim­na­sio y spa. Hay ha­bi­ta­cio­nes con vis­tas al mar pero, sin­ce­ra­mente, no me­rece la pena pe­dir­las por­que se ve bien poco.

Otros alojamientos en Corralejo

Por su­puesto, la oferta de ho­te­les y alo­ja­miento en Co­rra­lejo es mu­cho más am­plia de la que he­mos ex­puesto, pero aquí te he­mos que­rido con­tar nues­tra ex­pe­rien­cia con ho­te­les que co­no­ce­mos y en los que nos he­mos que­dado. Co­rra­lejo tam­bién cuenta con una buena oferta de apar­ta­men­tos que pue­des con­sul­tar a tra­vés de pá­gi­nas es­pe­cia­li­za­das. Yo suelo con­sul­tar Only-​apartments (ver ofer­tas de apar­ta­men­tos en Fuer­te­ven­tura) cuando busco apar­ta­men­tos para alo­jar­nos en fa­mi­lia. De esta forma pue­des or­ga­ni­zarte a tu aire las co­mi­das y aho­rrar un poco más. Tam­bién pue­des con­se­guir bue­nos pre­cios en Boo­king, que ade­más in­cluye pe­que­ños ho­te­les y pen­sio­nes. Ya para algo más or­ga­ni­zado o para re­ser­var pa­que­tes de vuelo más ho­tel, so­le­mos echar mano de en agen­cias como Lo­gi­tra­vel (ver ofer­tas vuelo+hotel a Fuer­te­ven­tura) o eDreams (ver ofer­tas de ho­te­les en Fuer­te­ven­tura). Y, como siem­pre, Tri­pAd­vi­sor es un buen lu­gar para leer opi­nio­nes de via­je­ros …¡y creerse sólo la mi­tad de ellas!

Cómo llegar a Fuerteventura

Lo bueno de todo es que po­drás dis­fru­tar de este pa­raíso a poco más de dos ho­ras de avión. Ibe­ria man­tiene vue­los di­rec­tos dia­rios desde 27 eu­ros el tra­yecto. Una vez en la isla, lo me­jor es al­qui­lar un co­che para tus des­pla­za­mien­tos ya que las dis­tan­cias a re­co­rrer son lar­gas y ha­cerlo en au­to­bús no re­sulta prác­tico. Co­rra­lejo se en­cuen­tra a más de 50 ki­ló­me­tros al norte del ae­ro­puerto.

Si por el con­tra­rio ya es­tás en Ca­na­rias, en al­guna de las is­las como Te­ne­rife, Gran Ca­na­ria o Lan­za­rote, pue­des ha­cer una ex­cur­sión a Fuer­te­ven­tura via­jando en barco con la com­pa­ñía Fred Ol­sen (en Lo­gi­tra­vel pue­des com­prar los bi­lle­tes y pa­gar con Pay­pal), donde ade­más pue­des em­bar­car tu pro­pio co­che.

Más ideas de escapadas a Fuerteventura:

• Se man­tiene la sub­ven­ción al trans­porte aé­reo para re­si­den­tes en Ca­na­rias, Ba­lea­res, Ceuta y Me­li­lla
• Más vue­los ba­ra­tos desde Fuer­te­ven­tura a Reino Unido
• Es­ca­pada ro­mán­tica a Fuer­te­ven­tura: VIK Suite Ho­tel Risco del Gato
• Nue­vos ho­ra­rios de Fred Ol­sen a Fuer­te­ven­tura a par­tir de Se­mana Santa
• Se am­plía la bo­ni­fi­ca­ción para via­jar con des­cuento de re­si­dente
• Es­ca­pada a Fuer­te­ven­tura, la isla tran­quila de sa­bo­res, olo­res y pai­sa­jes úni­cos

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