Ryanair promete tratar mejor a sus clientes
Ayer conocíamos la noticia de que un tribunal mercantil de Madrid había anulado hasta ocho cláusulas de las que aplica Ryanair en sus clientes, por considerarlas un abuso. No sabemos si ha sido a consecuencia de este fallo judicial, pero hoy la aerolínea ha anunciado algunas mejoras en el trato a sus pasajeros.
Algunas de estas medidas que ha anunciado Ryanair son rebaja del precios de la comisión por imprimir la tarjeta de embarque de 70 a 15 euros, en adelante va a permitir una segunda bolsa de mano a bordo, también va a dar 24 horas para subsanar errores en la facturación y se dispone a cobrar menos recargo por exceso de equipaje.
Todas estas medidas y otras más quizá sirvan para mejorar la imagen de la low cost, pues Ryanair ha sido elegida recientemente como la empresa con peor imagen de marca en el Reino Unido e Irlanda. Claro que si no tocan los precios, estas medidas servirán para que volemos más y mejor con Ryanair.
Las nuevas condiciones para volar con Ryanair en detalle
Mejora de su web. Ryanair anuncia que a partir del 1 de noviembre 2013 eliminará el sistema de seguridad captcha de su web Ryanair.com para reservas individuales. El captcha es la pantalla intermedia que aparece antes de poder acceder a la lista de vuelos que requiere que tecleemos el código, o resolvamos un puzzle que aparece camuflado en una imagen para verificar que es una persona y no un sistema automatizado de reservas quien está haciendo la reserva. Más de uno lo hemos sufrido cuando hay que recorrer un mes entero para encontrar fechas de vuelos baratos.
Un día para hacer cambios sin coste. Desde el 1 de noviembre, Ryanair otorgará a los clientes que reserven en su página web, 24 horas de gracia, contadas desde el momento en el que se confirma la reserva original, para que puedan corregir pequeños errores en la misma tales como faltas de ortografía, nombres erróneos o cambio de rutas. Esta medida no se aplica si la reserva se ha efectuado en agencias, webs de viajes, buscadores de vuelos y otros canales distintos de la web Ryanair.com.
Se acabó la publicidad de la rifa. También a partir del 1 de noviembre Ryanair considerará “vuelos silenciosos” aquellos que operen antes de las 8 de la mañana y después de las 9 de la noche. Durante estos vuelos silenciosos Ryanair no hará uso intensivo de la megafonía del avión para promocionar sus servicios de venta a bordo, salvo para dar los anuncios necesarios para cumplir la legislación sobre seguridad aérea. Ryanair también reducirá la potencia de las luces durante estos vuelos silenciosos, para que así cualquier pasajero que lo desee pueda dormir cómodamente. No sabemos si también se suspende la venta a bordo, pero se trata de una buena noticia para los que quieran descansar un poco durante el vuelo. Para los que ya estábamos acostumbrados, echaremos de menos los chistes y anuncios jocosos que últimamente se marcaba algún tripulante español micrófono en mano, más cuando el capitán o el resto de la tripulación ni se enteraban por desconocer el idioma.
Segunda bolsa de mano. Desde el 1 de diciembre Ryanair permitirá a los pasajeros transportar un segundo bulto de mano pequeño (un bolso de señora o una bolsa del duty free del aeropuerto) siempre y cuando sea de un tamaño no superior a 35x20x20 centímetros, en el cual se podrá embarcar una botella de vino o un objeto similar.
Reimpresión de tarjeta de embarque más barata. Desde el 1 de diciembre el cargo por la reimpresión de la tarjeta de embarque de Ryanair que se cobra en los aeropuertos pasará a ser de 15 euros para los pasajeros que ya hayan realizado la facturación online previamente. Los pasajeros que no hayan hecho la facturación online y tengan que imprimir la tarjeta de embarque en el aeropuerto, seguirán pagando la comisión de 70 euros por este concepto. Un guiño para los pasajeros que se leen las condiciones, atienden los múltiples avisos que reciben antes del vuelo, y siguen las instrucciones como se debe, pero andan cortos de memoria; para los listos todo queda igual.
Equipaje adicional en aeropuerto, también más barato. Desde el 5 de enero 2014, los cargos estándar para facturar equipaje de Ryanair serán reducidos de 60 euros a 30 euros, si se realiza en el mostrador de facturación del aeropuerto, y de 60 euros a 50 euros si se realiza en la puerta de embarque, una medida que según explica Ryanair «se hace para igualar los costes de equipaje aplicados por nuestros competidores».
Un juzgado considera ‘abusiva’ la cláusula que obliga a pagar 40 euros por imprimir la tarjeta de embarque
Precisamente ayer se conocía la noticia de que el Juzgado de lo Mercantil número 6 de Madrid, declaró nulas por «abusivas» e ir en contra de la legislación de protección a los consumidores, hasta ocho cláusulas de la aerolínea Ryanair, que deberá no utilizar en el futuro, entre las que se encuentra el recargo por la impresión de la tarjeta de embarque en el aeropuerto.
La misma sentencia también declara nula la exigencia de documentación para volar, únicamente conforme a los reglamentos internos de Ryanair y no según las dudosas prácticas comúnmente aceptadas en nuestro país. Esta normativa interna de Ryanair obliga mostrar, como por otra parte resulta lógico, un documento oficial original con fotografía (DNI o pasaporte, ambos no caducados), y la aerolínea no considera documento válido para volar el libro de familia, el pasaporte no necesariamente en vigor, el carné de conducir, el permiso de residencia o el carné de socio del videoclub de la esquina… ;)
La low cost ya ha confirmado que recurrirá la sentencia.
A medida que las ciudades vuelven a recibir viajeros de todo el mundo, asegúrate de consultar y cumplir todos los requisitos y restricciones para viajar a tu destino. Varían mucho y seguirán cambiando. Una forma de estar al día es consultar el mapa de restricciones de viajes por COVID-19 de la aseguradora Intermundial. Proporciona información específica del destino o según el itinerario que indiques, incluidas las normas de cuarentena a la llegada, los requisitos de pruebas y otra información que debes conocer antes de viajar.
Via | El Economista