Los porqués del atentado terrorista contra ‘Charlie Hebdo’
Toda Francia está de luto por el atentado de París contra el semanario satírico francés
Anne Sinclair y la redacción de la edición francesa del Huffington Post rinden homenaje a las víctimas del atentado terrorista de ayer en París diciendo que “el periódico fue decapitado mientras la redacción se encontraba reunida y los asesinos lo sabían. Y no se trata de cualquier periódico, sino de uno con espíritu transgresor, una publicación que luchó, teniendo como únicas armas sus viñetas, contra todos los dogmas inamovibles de un país libre y laico”.
Charlie Hebdo es un pequeño semanario francés, una revista satírica con una línea editorial de izquierdas y libertaria. Sin embargo, en la redacción, los autores tienen plena libertad y, más que seguir una línea editorial corporativa, las páginas de la revista reflejan la inteligencia de sus redactores y dibujantes. Por eso el semanario siempre mantiene una gran diversidad de opiniones en cada una de sus páginas.
Para mantener su independencia, Charlie Hebdo trata de sobrevivir sin ayudas, rechazando subvenciones del Estado francés o vetando la participación en su accionariado de empresarios que pudieran tratar de influir en su libertad de expresión.
La historia de Charlie Hebdo es antigua y muy complicada. El periódico tuvo que cambiar de nombre varias veces, pero siempre mantuvo la sátira y el humor como forma de denuncia. Los artículos y viñetas de Charlie Hebdo se han convertido en hitos del periodismo por su irónica visión de la actualidad. Por ejemplo, en noviembre de 1970 falleció el general De Gaulle en la ciudad de Colombey, donde vivía. Unos días antes, coincidió el trágico incendio de una discoteca en otra región del interior del país, que causó la muerte de 146 jóvenes. El periódico publicó entonces en portada, con seriedad y sin grandes alardes tipográficos, el titular: “Baile trágico en Colombey: un muerto”. Inmediatamente, el periódico fue censurado y todos sus ejemplares quedaron embargados y retirados de los quioscos por el ministro del Interior.
Las críticas de Charlie Hebdo contra los islamistas se iniciaron en el año 2002, cuando un colaborador de la revista publicó un artículo sobre el libro de Oriana Fallaci, La rage et l’orgueil. El artículo hablaba del “coraje intelectual de una escritora que protesta contra el islamismo radical y, al mismo tiempo, denuncia como la opinión pública europea decide mirar hacia otro lado. Tanto Italia como Francia decidieron no condenar el hecho de que el Islam está atacando a Occidente y no a la inversa”.
En 2006, Charlie Hebdo reprodujo una serie de caricaturas de Mahoma que habían sido publicadas por el diario danés Jyllands Posten. A estas viñetas se fueron sumando otras realizadas por dibujantes de la revista, como Plantu, Cabu, Wolinski, Sattouf, Jul o Charb.
A raíz de esto, el semanario empezó a sufrir una persecución organizada por la Gran Mezquita de París y la Unión de Organizaciones Islámicas de Francia. Pero el Ministerio de Cultura francés apoyó a los periodistas del Charlie Hebdo a los que reconoció como garantes de la libertad de expresión.
En 2011 la sede del periódico fue víctima de un incendio provocado por un cóctel molotov, y el sitio web del periódico fue víctima de un ataque informático y durante unas horas su página principal fue reemplazada por una imagen con una imagen de la Meca y textos del Coran.
A partir de 2012 el periódico comenzó a publicar regularmente caricaturas de Mahoma que contribuían a avivar la polémica con las asociaciones musulmanas francesas e internacionales. Sin embargo, el gobierno francés siguió apoyando la libertad de expresión, pero recordando que todo exceso es causa de inestabilidad.
Estas viñetas, o el atentado de ayer, no son más que parte de unos años de controversia sobre el islam. Los responsables del semanario siempre han negado que se esté tratando de crear polémica con este tema: “Somos un periódico satírico pegado a la actualidad. Nuestro trabajo es informar a través de la crítica y nuestras viñetas”. Igual que criticaban al Islam, también ironizaban contra la Iglesia Católica.
El año pasado, Charlie Hedbo estaba al borde de la quiebra, pero mantenía su tono irreverente y audaz. Su último número estaba dedicado al escritor francés Michel Houellebecq con motivo de la reciente publicación de su libro Soumission. En su ficción, Houellebecq nos transporta al año 2022 y a una Francia totalmente islamista; y, en una viñeta, el periódico hace un guiño caricaturizando al escritor que vaticina: en 2036, el estado islámico será parte de Europa.
A medida que las ciudades vuelven a recibir viajeros de todo el mundo, asegúrate de consultar y cumplir todos los requisitos y restricciones para viajar a tu destino. Varían mucho y seguirán cambiando. Una forma de estar al día es consultar el mapa de restricciones de viajes por COVID-19 de la aseguradora Intermundial. Proporciona información específica del destino o según el itinerario que indiques, incluidas las normas de cuarentena a la llegada, los requisitos de pruebas y otra información que debes conocer antes de viajar.
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